Una predicción señala que en el año 2030 producir chips consumirá la misma energía que abastecer a un país con 11 millones de habitantes

No existe un solo sector tecnológico que sea tan determinante como el de los chips. Durante la crisis propiciada a raíz de la expansión de la COVID-19, quedó patente que la estabilidad mundial depende de la producción de estos, ya que su escasez dio pie a numerosos problemas. Sin embargo, su demanda es cada vez más alta y, como consecuencia directa, la litografía ultravioleta extrema (EUV) necesaria para fabricar microchips más pequeños y potentes se enfrenta a un consumo de energía sin precedentesMés

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