Adiós a los celulares en el aula

Es el gran debate hoy en los colegios secundarios. ¿Qué hacemos con los celulares? ¿Podemos prohibirlos? ¿Cómo los sacamos del aula? Las derivaciones del uso de pantallas en las escuelas son variadas, afirman los directivos. Los chicos con teléfonos y redes sociales al alcance, están más dispersos, ansiosos y desenfocados, describen los responsables de los colegios. Los docentes, por su parte, tienen que competir por la atención con las notificaciones, y saben que mientras dan clase corren el riesgo de convertirse en sticker o meme. A más de uno también le pasó que, al llegar al aula, tiene que demorar varios minutos el inicio de la tarea ante el ruego de alumnos que están en medio de una partida con sus teléfonos. Pero el mayor problema no radica en lo que pueda ocurrir con los profesores sino en el impacto cognitivo, social y psicológico en los chicos. A los alumnos les cuesta sostener la atención y los recreos son más pasivos. Ya no se juega al fútbol ni al truco; no hay tantas conversaciones ni risas. Porque aunque los chicos estén “hablando” entre ellos en el patio, lo hacen a través del celular. Son escenas a las que cada vez más instituciones deciden no permanecer ajenas. La idea es volver a ser analógicos. No completamente analógicos, sino básicamente sacar el celular de las aulas y los recreos a lo largo de la jornada escolar... Segueix Llegint

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